domingo, 29 de mayo de 2016

La Meritocracia y la Ilusión del Iceberg - por Federico Wasinger

Damas y caballeros, con ustedes la meritocracia, por Federico Wasinger 


La meritocracia (presumible de la conjunción de las palabras mérito del latín merĭtum ‘debida recompensa’, a su vez de mereri ‘ganar, merecer’; y el sufijo -cracia del griego krátos, o κράτος en griego, ‘poder, fuerza’, con el sufijo -ia de cualidad) es una forma de gobierno basada en el mérito.

Las posiciones jerárquicas son conquistadas con base al mérito, y hay un predominio de valores asociados a la capacidad individual o al espíritu competitivo, tales como, por ejemplo, la excelencia en educación, obtención de resultados o deportes. Así, la meritocracia también indica posiciones conseguidas por mérito personal.

Como lo vivimos puertas para adentro en nuestras empresas? Se ve reflejado o es solo una expresión de deseo de quienes llegan temprano, trabajan horas adicionales sin pagos extras, ponen sus vidas a disposición de las empresas pero no siempre son recompensados como ellos esperan.

Es una cuestión de expectativas o las empresas no tienen dispositivos que permitan reconocer los méritos de sus empleados? Cuantas de ellas tienen evaluaciones de desempeño? De las que sí tienen, cuantos funcionan como deben funcionar?

Estas de acuerdo con este gráfico?


Buen inicio de semana a todos.

Por Federico Wasinger

lunes, 23 de mayo de 2016

El Éxito del gerente Zombie

Muchas empresas antes de generar algo, primero inventan Gerentes o Jefes Zombies y también empleados.  No estoy hablando de una Corporación Umbrella  ni mucho menos. Son empresas como la tuya, o la de tu amigo, que enfrentan el cambio bajo lo que denomino “La Gestión Zombie”. Por Federico Wasinger




Mientras que el ingreso de un gerente a una Empresa consciente de su necesidad de cambio produce enormes expectativas para la alta dirección, al poco tiempo caen en la cuenta que un cambio de un gerente no transformará la organización y mucho menos de un día para el otro.
Mayormente los dueños o alta dirección conocen conscientemente las  etapas o fases de la transformación organizacional pero en lo más profundo de su subconsciente junto con el síndrome de Edipo y Electra y al lado del costado femenino del hombre se oculta el más profundo rechazo al cambio….

A mí entender, podemos dividir las etapas transformacionales en:

-          Etapa analgésica: Los resultados son los esperados pero estamos estancados en el mercado, en el subconsciente de la dirección empieza a tomar forma una sensación molesta y angustia. Nos distraemos con otras cosas y tomamos una bayaspirina.

-          Etapa de negación externa: Los clientes y proveedores nos alertan sobre temas de calidad, tiempos de entrega, incumplimientos en cantidades. Acá la dirección manifiesta que el problema es del otro, del cliente que está loco (no me interesa venderles..), cambiemos al proveedor, son las retenciones a las exportaciones, las cosechas vienen mal, son las inundaciones, es el tipo de cambio, etc. Mira de reojo para adentro y siguen las bayaspirinas …

-          Etapa de negación interna: Si bien los resultados están estancados, perdemos clientes, proveedores estratégicos y la competencia está ganando mercados nuestros.  Acá el problema es interno. Es el sindicato!! Es la nueva generación de empleados que no quieren trabajar, seguro que es el gerente o jefe de tal o cual sector que mientras mastica chicle no puede pensar. Existe un espíritu hipercritico a todo lo nuevo, Hay que hacer todo APB…. y la lista continua…

-          Etapa de manotazos de ahogados: Los resultados son mediocres y con futuro incierto. La dirección es consciente que hay un problema más profundo que el gerente o jefe anterior.  Es un momento donde el dueño o la dirección mira a su organización y sabe que deberá afrontar cambios profundos a pesar de no saber por dónde empezar. Comienzan los despidos y cambios de figuras sin mucha planificación (puede empezar desde arriba de la pirámide o del medio también). Son los manotazos de ahogados.

-          Etapa del curandero: A pesar de los cambios, no logramos nada. Hay más estructura y gastos pero estamos peor que antes. Los resultados son regulares o malos. “Todo debe cambiar para que todo siga igual” pero no funciona!!.  Siguen los despidos. Los nuevos ingresos son desvinculados de la empresa, la gerencia dura meses o como máximo 2 años. Alta rotación de Jefes y Gerentes. La alta dirección o dueños, vuelven a tomar viejos remedios (qué viejas épocas aquellas..).  Viejos gurúes o antiguos señores feudales vuelven con todo el poder de antes. La alta rotación de Gerentes y Jefes continúa. Hay un fuerte revanchismo entre los nuevos y viejos gurúes. Las cabezas en las picas están por todos lados para que todos miren. Se pelean por proclamar qué cabezas cortaron…

-          Etapa walking dead: Los resultados son aún peores y hay una gran conmoción en todas las áreas de la empresa.  Toda la organización va y viene, hay que demostrar que se hace algo. Caminan por todos lados con papeles en sus manos, discuten fuertemente trivialidades,  generan redes informales en los fumaderos autorizados o no. Los chimentos están a la orden del día y cotizan en bolsa. Van y vienen como zombis. Hacer algo puede ser peor que no hacer nada (si hago algo pongo el ojo sobre mi….), pero hay que demostrar que estamos en acción.

-          Etapa walking dead. La cura: Dejamos al curandero y señor Feudal de lado y sigue la rotación en toda la organización. Especialmente sobre los nuevos que entraron para resolver los “problemas”, pero algo pasó.  Los cambios de los anteriores gerentes y Jefes empiezan a generar resultados  (pero estos ya no están y sus cabezas sobre las picas siguen ahí con sangre fresca..). La alta dirección ya está a punto caramelo (aceptará lo que sea..).  En toda esa rotación de gerentes y jefes, uno de ellos sin más mérito que haber llegado en el momento justo y sobre toda la pila de cuerpos y cadáveres de sus antecesores, proclama la victoria clavando el banderín en lo alto de la colina. Se capitalizan los esfuerzos y comienzan a mejorar los resultados.



De esta manera, una organización en tren de cambio con estas características, pueden generar una rotación de puestos, entre 3 a 5 veces antes de estabilizarse en uno que se quede más de 3 años.
Te suena conocido?

Si la empresa es muy rentable, sorteará esta etapa con perdidas pero no perjudicará su futuro, pero si la empresa no tiene una alta rentabilidad y además debe sortear dificultades financieras, puede poner en riesgo su continuidad y existencia.

Aca comparto con ustedes la matriz BCG de adopción del cambio. Interesantisimo!!


Continuá  leyendo en www.recursoshumanosinsight.com.ar

Por Federico Wasinger

lunes, 16 de mayo de 2016

Historia de vida de un animal maravilloso. ¿En que nos parecemos y que podemos aprender?

En esta historia la naturaleza nos devela un aprendizaje maravilloso, que nos servirá toda la vida, más aún cuando la historia está inspirada en uno de los animales más hermosos del planeta.

El águila, es el ave que posee la mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida sufre uno de los momentos más críticos de su vida y tiene que tomar una seria y muy difícil decisión.





A los 40 años, sus afiladas y gruesas uñas se tornan frágiles, débiles y flexibles, se doblan con facilidad y no consigue aferrar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico fuerte, largo y puntiagudo se curva, apuntando contra su pecho y se convierte en una herramienta inútil. Sus alas se encuentran envejecidas y pesadas por sus gruesas y duras plumas, lo cual le dificulta el vuelo.

!Volar es ahora muy difícil!

Entonces debe tomar una de las decisiones más significativas y trascendentales de toda su larga vida:
El águila, tiene sólo dos alternativas: Morir...,  ó enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 largos días.

Este proceso de renovación consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared rocosa, donde no necesite volar.
Entonces, apenas encuentra ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta que consigue desgarrarlo y arrancárselo. Debe esperar el crecimiento de uno nuevo, con él que desprenderá una a una sus uñas o garras, hasta eliminarlas por completo. Mientras las nuevas uñas crecen, tendrá que desplumar sus plumas viejas ayudando a que renazca su nuevo plumaje.
Cinco meses habrán pasado para ello, cinco meses en los que el águila se las debió ingeniar para almacenar alimento  y sobrevivir en increible desventaja.
Cinco meses después de los cuales habrá renovado su naturaleza y podrá lanzarse al vacío en un vuelo largo y sin temores.
Con las alas abiertas, dejando atrás ese pasado solitario y de abandono que duró cinco largos y dolorosos meses, saldrá victoriosa para emprender su famoso vuelo de renovación, lista para vivir la segunda parte de su existencia.
Y sólo entonces el águila estará renovada para vivir treinta años más.
Sólo entonces será capaz de continuar con sus días de vigilancia y de captura.

A veces nos preguntamos:
¿Por qué renovarnos?
En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un necesario proceso de renovación.
Tal como el águila, si los seres humanos tuviésemos esa capacidad de rehacernos. Pero no físicamente, sino en forma interna, mental y espiritualmente. Si tuviésemos la capacidad de rehacer nuestra vida, dejando en el olvido el pasado que nos ata, rompiendo los recuerdos hostíles y tristes. Si dejásemos de echar de menos nuestra propia historia con sus recuerdos de amargura. La vida sería distinta, llegada cierta edad podríamos retomar con nuevos y positivos bríos los viejos caminos y volar, volar alto, muy alto hasta donde nadie pueda imitar nuestro vuelo.
La lección de vida de esta historia del águila es sorprendente, imitemos a ella que detiene un tiempo su vida cotidiana, para continuar después de una pausa, con nuevos horizontes y renovada de energía y sabiduría.
Todos llegamos en algún momento de nuestras vidas a una situación de quiebre: o hacemos el gran esfuerzo de transformarnos y realizar un cambio profundo en nuestras vidas, o estamos condenados a morir. Y cuidado que a veces la muerte es lenta, agonizante...
La transformación consiste en primer lugar en hacer un alto en el camino, tenemos que "guardarnos" por algún tiempo. Volar hacia lo alto y comenzar un duro proceso de renovación. Tenemos que desprendemos de esas viejas uñas y plumas que ya no nos sirven para nada y emprender un vuelo de renacimiento victorioso.
Pero, para reanudar un vuelo victorioso, nos debemos desprender de todas las ataduras, costumbres, paradigmas, tradiciones y recuerdos del pasado que nos causan dolor y nos impiden cambiar. Que nos atan al pasado, y algunas veces a la mediocridad y a la falta de ánimo y voluntad para reiniciar la lucha.
Solamente libres de semejante peso y además de las victorias y logros del pasado,  podremos aprovechar el valioso significado y resultado que siempre trae la renovación.
¿Y por qué no ha de ser éste, HOY MISMO,  el momento de encarar nuestra renovación?
Uno sabe, profundamente, cuándo ya no da más, por cansancio o por hastío. La existencia agotadora, la que provoca monotonía, ya no va con nosotros y sabemos que necesitamos cambiar y empezar nuestro proceso de renovación...
Los invito a continuar leyendo otros textos propios de Recursos Humanos en mi blog.

Proporcionamos ayuda a su organizacion a través de las técnicas de Coaching.
Abordamos temas Soft, como liderazgo, capacitación, comunicación, como así también mejora continua, 5S, analisis de causa y efecto, etc.

Por: Antonio Federico Wasinger
http://recursoshumanosinsight.blogspot.com/2016/05/historia-de-vida-de-un-animal.html